La fundación de las Sociedad de las Naciones en 1919 fue una respuesta a la explosión bélica que devastó Europa durante cuatro años. También, una respuesta a la agitación social, incluso revolucionaria, que sacudió al continente a partir de la toma del poder por parte de los bolcheviques en Rusia. Un argumento esgrimido por Berna para convencer a los suizos de la necesidad de adherir a la organización que precede a la ONU.
Frédéric Burnand
Swissinfo.ch