Mientras que la guerra en Ucrania ha llevado a suecos y finlandeses a renunciar a su neutralidad, los suizos siguen muy apegados a ese estatus, aunque también a su raigambre occidental. Berna participa en las sanciones contra Moscú, pero sus clientes no pueden reexportar a Kiev sus armas de origen helvético. Esta posición intermedia suscita debates, ya que merma la influencia diplomática de la Confederación a la vez que atrae las críticas de sus vecinos europeos.
Angélique Mounier-Kuhn
Le Monde diplomatique
S. 10-12